Ruta a los miradores de Cerro de Cotón y Partara

Después de pasarnos semanas encerrados en casa, soñando con los verdes paisajes que veíamos desde la ventana o en el camino a la compra, no podía creerme la suerte que tenía de poder salir de nuevo a correr, en bici o a caminar por estos bellos paisajes de Aínsa y de la comarca de Sobrarbe.

Hace ya unos cuantos años que decidimos dejar nuestra vida en la ciudad, de la que escapábamos todos los fines de semana para escalar, disfrutar de los más bellos cañones, caminar o simplemente a veces, sabiendo que la meteo no era buena, para adentrarnos en la montaña, simplemente estar cerca del Pirineo y si no podíamos, de las montañas más cercanas que teníamos cerca de casa.

Es aquí donde caímos rendidos a la magia de la comarca de Sobrarbe, de sus bellos pueblos pirenaicos, de la inmensidad y grandeza de su geología y de la más variada y rica flora y fauna por todos sus rincones. Y es donde, tras hacer un cambio de rumbo en nuestra vida profesional y personal, decidimos venir a vivir nuestro sueño. Así que después de semanas de suspirar por la más salvaje Naturaleza, teníamos la oportunidad de nuevo de disfrutar de ella. Así que recién inaugurada la fase 0, salir a caminar solo dentro del municipio fue para mí el mejor de los regalos.

Después de semanas sin pisar monte, mi primera excursión sola tenía que ser por terreno conocido y con poco desnivel para ir desoxidando las piernas. Así que elegí una ruta que me permitiera sobre todo disfrutar de las vistas de las que no había podido deleitarme durante el confinamiento. Así que ¿qué mejor opción que subir al Mirador de Cerro Cotón?

Lo bueno de vivir en esta Comarca es que salir de la puerta de casa y pisar “verde” es cuestión de minutos como mucho. Nosotros tenemos la suerte que para acceder al “centro” de Aínsa puedes hacerlo atravesando un bosque de carrascas y bojes que en esta época está espectacular por lo verde y frondoso de la vegetación, por el canto increíble de un batallón de diferentes aves que lo pueblan y por un riachuelo que tras las últimas y abundantes lluvias acababa de engalanar el decorado. Además de encontrarte con alguna que otra seta primaveral en el camino…

Llegados a la rotonda del “Mesón de Aínsa” cogemos el inicio del PR-HU 70, la que fue en su día un importante e histórico camino peatonal (también importante vía pecuaria) que unía los valles del Cinca con el Biello Sobrarbe, en este caso con Santa María de Buil (en la variante de este PR se alcanza Morillo de Tou). Comenzamos a ascender por una empinada calle, en lo que será prácticamente la máxima pendiente de todo el recorrido. Pasamos junto al comedero de aves necrófagas, un espectáculo para la vista los días que les dejan los restos procedentes del matadero municipal y ves poblarse el cielo de repente con cientos de aves de las más variadas especies, hasta con suerte puedes avistar al quebrantahuesos. Pero esto ya os lo contaré otro día en otro post.

A los pocos metros pasamos junto a la ermita de la Virgen de los Palacios (s. XVII) y continuamos ascendiendo por la pista forestal. Llegados a un desvío veremos una señalización que indica a “Morillo de Tou por senda”, en este punto abandonamos el PR. Estos senderos tradicionales que llegaron a perderse por el desuso de los mismos, han sido recuperados de forma altruista por la “La Asociación para la Recuperación de los Caminos Tradicionales del Sobrarbe” que ha vuelto a sacarlos del inmerecido olvido en el que se encontraban.

Seguimos por bosque y riachuelos sin fin que engalanan el bonito sendero. Llegamos a un punto donde podemos seguir dirección a Morillo de Tou por el antiguo sendero que unía ambas poblaciones o bien podemos ascender hasta la “Torre de Tou” o Cerro Cotón. Allí está nuestro objetivo. Este es uno de los sitios que te dejan sin habla, el entorno es increíble, una pequeña cresta desde la que divisar las remansadas y azules aguas del Pantano de Mediano, las imponentes cimas del macizo de Monte Perdido y buena parte del valle del Cinca. No sabes hacia dónde mirar, quizá es el azul perturbador de las aguas de Mediano lo que más poderosamente llama la atención en un día soleado como este.

A pocos metros llegamos a los restos de la imponente Torre de Tou, una construcción del siglo XI-XII que según Adolfo Castán, se trata de la iglesia del primitivo núcleo de Morillo de Tou. Este fue un núcleo poblacional amurallado que formaba parte del especial sistema de comunicación visual y defensiva establecido entre las fortalezas de Aínsa y Abizanda, en los inicios de la Alta Edad Media, línea que marcaba la división territorial de los dominios musulmanes y cristianos. La conquista, luego, por los ejércitos aragoneses, de las llanuras situadas al sur de los Pirineos centrales hizo que tal complejo defensivo perdiera su importancia y pudieran surgir nuevos poblados ocupando las tierras más productivas cercanas al río Cinca (fuente: Archivo Histórico Prov. Zaragoza).

Desde aquí descendemos dirección a Morillo de Tou, para encontrarnos con el antiguo sendero que llegaba a Morillo y así deshacer el camino en una circular. De vuelta a Aínsa y como las piernas parece que todavía respondían bien, decido tomar un nuevo desvío en ascenso, que me llevará al segundo mirador del día, el de Partara. Aún recuerdo la impresión la primera vez que subí allí y me encontré el banco con las mejores vistas que nadie podía soñar. Pensé que si algún día de mayor las piernas me respondían para llegar allí, haría el esfuerzo solo para pasar horas sentada en ese asiento deleitándome con las vistas de la Peña Montañesa, el río Cinca y Treserols o Tres Sorores, que es aquí como se conoce a la agrupación de las montañas de Monte Perdido, Cilindro de Marboré y Soum de Ramón o Pico Añisclo. La denominación de Monte Perdido fue dada por los franceses, ya que no es visible desde Gavarnie y dio origen a que la bautizaran como “Mont-Perdu”. La toponimia de este macizo, así como la historia de la primera ascensión nos lo guardamos también para otra ocasión porque podemos hacer correr ríos de tinta sobre ello.

Ya solo nos queda descender hasta Aínsa bien por la Cruceta Bruello y deshacer el primer tramo del camino de esta mañana o la opción de bajar por “Partara Express”. Bajes por donde bajes las vistas son estas…

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