La Garganta de Miraval. Historia de un iniciado.

Antes de alcanzar el valle del Cinca, el río Yaga, en su desembocadura a la altura del Hospital de Tella, atraviesa una serie de pliegues calcáreos, las magníficas Gargantas de Miraval, formando un gran recorrido de largas y oscuras gargantas. Desfiladero de paredes lisas, meandros sinuosos, bellas badinas y profundas pozas de aguas trasparentes y estrechos sombríos, se suceden sin descanso en un increíble descenso muy acuático.
Para nuestro gran amigo Jaime lo de los descensos de barrancos era cosa de otros… No demasiado amigo de las actividades acuáticas, llevaba tiempo evitando la invitación a conocer y adentrarse en uno de los bellos cañones del Sobrarbe. Mis insinuaciones a que los paisajes que podría encontrar en cualquiera de ellos no tenían nada que ver con otro tipo de formaciones o escenarios y que no podía perdérselos, parecía no vencer a la fama de aguas frías de ellos…
Así que, aunque a valiente no le gana nadie: esquiador, montañero, el “perfecto voluntario” a todas las actividades que se organizan en la Comarca con la más grande de las sonrisas, etc, etc… se nos iba resistiendo hasta que, llegó la familia 😉. Estas chicas increíbles le convencieron de embarcarse en uno. Así que no podía ser cualquiera, y por supuesto, en nuestra línea, no iba a ser uno abarrotado de gente. Elegimos el Miraval integral, un descenso exigente por lo largo de su recorrido, pero que por eso mismo criba de concentración de personal. Y lo hicimos como nos gusta, sin prisas, disfrutando del momento, de la compañía. Lo que hizo que fuera increíble y que pudiéramos disfrutar de casi todo el recorrido sin más compañía que la nuestra y la belleza del paisaje que nos rodeaba.
Esperamos Jaime que disfrutaras solo una parte de lo que nosotros lo hicimos con vuestra compañía.