Por la Ribera de Chistau

Encajonados congostos mantuvieron el valle de Chistau aislado del resto del país hasta bien entrado el siglo XX. Los pueblos del valle (Plan, San Juan de Plan, Gistaín, Saravillo, Sin, Señés o Serveto) conservan los secretos del valle más escondido e injustamente olvidado del Sobrarbe. En esta tierra las altas crestas pirenaicas fueron más puerto de pasaje a Francia que frontera infranqueable, forjando una tierra, unas gentes y una cultura con una indeleble huella de la influencia de los vecinos de la vertiente norte.
Esta sencilla y agradable excursión siguiendo la ribera del río Zinqueta nos llevará a descubrir un mundo a caballo entre dos mundos muy diferentes: el macizo calcáreo del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido al oeste, y las montañas graníticas del Parque Natural Posets-Maladeta al este se unen para crear una amalgama de colores y formas, que junto a la mano secular de los habitantes han dado forma a lo que se conoce como el paisaje de mosaico.
Partiremos del Puen Pecadós, cuyos orígenes y leyendas se pierden el la Edad Media y el románico. Nuestra senda, entre bosques mixtos de hayas pinos, fresnos, abedules y boj, nos llevará por diferentes hitos donde los lugareños han dejado su impronta con el devenir del tiempo: numerosas bordas, muestra de una arquitectura rural creativa, junto a molinos, un hospital para acoger a viajeros y peregrinos, o incluso algún bunker de los tiempos de la dictadura franquista.
Con calma y sin prisa, en suave subida, bordeando afluentes del Zinqueta, que han excavado estas rocas, llegaremos hasta el puente de l’Espitau. Ya allí iniciaremos nuestro retorno en descenso por una cómoda pista, que nos devolverá al punto de inicio de nuestra ruta.
DATOS TÉCNICOS DE LA RUTA:
Tenemos muchas excursiones para proponeros para pasar una mañana o una tarde explorando alguno de los muchos tesoros naturales de…
Una jornada completa en la naturaleza da para descubrir diferentes paisajes y aprender muchas cosas, desde el origen de los Pirineos, hasta…